Te acostás en mi cama, yo me siento a tu lado. Todavía le temo al dolor dulce de animarme un poco más. Vos tomás mi mano, dibujás figuras centenarias con tus dedos. Conversamos sobre nuestras vidas (y yo ruego que se crucen un poco más).
Que
se crucen, que choquen, que tu sonrisa embista mi rutina, que te
quedes un rato más.
Ambos
sabemos que vos sos tan fugaz, sos un suspiro entrecortado. ¿Cuánto
tiempo vas a estar entre mis brazos? ¿Cuándo volverás a ella? Vos
sos tan libre y yo no te quiero para mí, pajarito que siempre decide
escapar.
Y
me quedo acá, un poco vacía, esperando tu cariño esporádico (y el
alma tan pesada, guardando besos de contrabando).
No hay comentarios :
Publicar un comentario